
La práctica de las relaciones públicas, se está convirtiendo en un factor cada vez más importante de las operaciones comerciales. A una empresa no le basta con estar bien dirigida y producir artículos de buena calidad; también es necesario hacer que la gente sepa esto. Las técnicas de relaciones públicas son uno de los medios para conseguir eso. Algunos de los mismos especialistas destacados en relaciones públicas presumirán de que sus actividades no pueden ser identificadas con cualquier faceta sencilla de las operaciones de una empresa. Hay alguna verdad en esto, pero, al igual que sucede con otros servicios especializados, conviene no exagerar el valor y significado de estas técnicas... por más que sean útiles.
Las relaciones públicas en las empresas comerciales e industria están llamadas en gran manera a promover una imagen favorable de la empresa en su conjunto, a veces, ante el público en general, a veces, ante un público más restringido. Por último, como quiera que se crea un conocimiento mejor y una imagen más favorable de la empresa, la finalidad es el aumento de la prosperidad de esa empresa. Por tanto, las relaciones públicas pueden ser consideradas como parte de los costos comerciales. Esto no quiere decir que necesariamente la persona encargada de las relaciones públicas deba ser responsable directamente ante el director comercial. Verdaderamente, existen sólidos argumentos para que él tenga acceso directo al presidente del Consejo y al director gerente. Por ejemplo, el discurso del presidente del Consejo ante la Junta General de accionistas que se celebra anualmente, puede ser un vehículo excelente para un mensaje de relaciones públicas.
Aunque cada vez más empresas nombran consultores de relaciones públicas, o crean sus propios departamentos, otras, como es natural, se preguntarán si deben hacer lo mismo.
Sin duda alguna, todas las empresas deben pensar seriamente en la necesidad de dar a un suficiente número de miembros del público, una imagen próspera y favorable de la empresa. En algunos casos, hay personas de la empresa, quizá el mismo presidente del Consejo, que pueden ocuparse de esto a la vez que de otras cosas. En otros casos, el tamaño, la complejidad y las sutilezas del problema son tales, que sólo pueden ser tratados con efectividad mediante el consejo de especialistas.
La práctica de las relaciones públicas puede oscilar desde la adquisición gratuita de propaganda sobre los productos de la empresa o sus operaciones a aconsejar el teléfono al que se ha de llamar y cómo debe ser dirigida la correspondencia de modo que se cree la impresión deseada. Incluso puede contener la organización de un grupo de presión o camarilla parlamentaria.
Los encargados de las relaciones públicas al igual que todos los técnicos en una nueva materia, han estado sujetos a críticas. Algunas de éstas han estado justificadas y los encargados de las relaciones públicas deben hacer todo lo posible por aclarar las cosas. Sin embargo, algunas críticas han sido totalmente injustas, y los encargados de las relaciones públicas deben emplear mejor su propia medicina.
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