
El éxito de cualquier negocio requiere un conjunto de habilidades: habilidad financiera, habilidad en la producción o en los aprovisionamientos y en las ventas al por menor; habilidad en las relaciones humanas, habilidades en otros muchos aspectos. Pero la base del éxito de un negocio radica en la capacidad de venta de los productos que fabrica, o en el servicio adecuado para ello, porque cuando no exista esa capacidad, no se podrá decir que un negocio está organizado.